Como casi todos los estudiantes de Historia del Arte, elegí esta carrera después de un viaje a Florencia. El volumen de las pinturas de Miguel Ángel, el movimiento ondulante del mármol, la simetría de la arquitectura... En arte de la Antigüedad y el del Renacimiento son muy fáciles de admirar, y encasillarlos como dos brillantes momentos de la historia de la humanidad separados por los mil años de oscuridad de la Edad Media. 

A medida que estudiaba la licenciatura, sin embargo, me fui dando cuenta de que el interés del arte medieval iba más allá que servir de contraste al refinado arte renacentista. El arte de la Edad Media no es meramente de transición y tiene importancia por derecho propio. Cuantas más asignaturas de arte medieval iba cursando, más me percataba de la belleza abrupta y la capacidad expresiva de un arte que antes había visto como torpe. Para cuando terminé la licenciatura, había agotado todas las asignaturas optativas de arte medieval.

Lo cierto es que hay muchos prejuicios contra la Edad Media entre los estudiantes pero también entre los profesores, e incluso entre los especialistas de arte medieval, que, a veces, entran a comparar el arte de la Edad Media con el del Renacimiento, casi disculpando la ingenuidad de las pinturas medievales. 

Naturalmente, esto también ocurre entre las personas ajenas al mundo de las humanidades. Un museo llevó a cabo una encuesta, en la que se pedía a los participantes que se imaginaran que estaban en el Renacimiento y describieran lo que veían y como se sentían. Los encuestados se veían a sí mismos en las ciudades italianas más importantes, rodeados de filósofos y artistas, paseando por calles limpias de edificios ordenados. Al pedir a los participantes que hicieran lo mismo con la Edad Media, estos se veían a sí mismos como campesinos hambrientos, rodeados de epidemias, dominados por un señor feudal cruel. Hasta el clima era peor*. Estos estereotipos están presentes en el cine, la televisión y la literatura de ficción e incluso académica ¿Cómo iba a ser de otra manera, si hasta muchos especialistas comparten esta visión?

La injusticia con la que se trata a la Edad Media es lo que me hizo decantarme por estudiar este periodo histórico tan complejo y lleno de contrastes. Por suerte, hay un gran número de investigadores que dedican sus estudios a darle la vuelta a los tópicos historiográficos. Comprender mejor la crisis del siglo XIV y la transición entre la Edad Media y el Renacimiento me ayuda a interpretar mejor este vasto periodo histórico y artístico para poner mi granito de arena en combatir la imagen estereotipada que se tiene de la época medieval. 


*Anécdota tomada del libro Medieval Bodies. Life, Death and Art in the Middle Ages de Jack Hartnell.